viernes, septiembre 22, 2006

Desastres y delitos causan estrés en víctimas

Aunque mucha gente vincula el trastorno pos traumático con soldados que regresan de la zona de combate, los expertos en la materia sostienen que cualquiera puede contraer esa alteración.
Las víctimas de desastres naturales, como huracanes, inundaciones, tornados y maremotos, probablemente experimenten tal perturbación, pero también pueden resultar afectados sobrevivientes de tragedias tales como los ataques terroristas del 11 de septiembre y el Holocausto.
Más de un año después, Patricia Robinson, quien trata de adaptarse a su nueva vida en El Paso, todavía siente las secuelas del huracán Katrina.
"Cada vez que veo algo relacionado con Katrina, o en los noticiarios, me pongo muy triste y los ojos se me llenan de lágrimas, porque todavía duele", expresó. "Aún mantengo la comunicación con quienes llegaron aquí desde Nueva Orleans, quienes también perdieron todo, al igual que mi familia, e igualmente pasan por lo mismo".
"Tenía insomnio, dolor de cabeza y pesadillas acerca de lo ocurrido en Nueva Orleans. Incluso después de llegar a El Paso, vivimos bajo constante estrés, ya que nos restringieron las estampillas para alimentos, así como apoyo financiero para vivienda y para la escuela de mi hijo. Es sumamente estresante soportar esta situación e ignorar qué nos depara el futuro".
Robinson proyecta reanudar sus sesiones de terapia en El Paso.
"Por lo menos, contaba con alguien que me escuchaba y comprendía mi situación".
El trastorno pos traumático afecta asimismo a víctimas de la violencia como los asaltos sexuales, la tortura, el robo, el secuestro, maltrato infantil y violencia intrafamiliar.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental, esta alteración se puede presentar en quienes se enfrentan a un acontecimiento traumático que los expone a lesiones físicas o quienes atestiguan un evento de tal naturaleza.
Entre los síntomas de tal afección se incluyen pesadillas, recuerdos recurrentes, ansiedad al máximo, un sentimiento aprensivo, impotencia, emociones incontrolables, insomnio y dificultades respiratorias. Por lo general, el tratamiento consiste en terapias o medicamentos, o ambos.
Además de los soldados, según los peritos en la materia, policías, bomberos, especialistas de las salas de urgencias e incluso los periodistas se enfrentan a situaciones de amenaza mortal y de violencia.
Javier Kuramura, reportero de Juárez, vivía en la Ciudad de México cuando ocurrió el trágico terremoto de 1985 y, posteriormente, estableció su residencia en la frontera, en donde los periodistas acostumbran cubrir una constante andanada de sangrientos crímenes y en donde son víctimas de amenazas y hasta de asesinatos.
"Yo todavía era un estudiante de la Ciudad de México cuando ocurrió el sismo", recordó. "Vivía en la colonia Roma, una de las zonas más afectadas. Unas escuelas preparatorias se derrumbaron totalmente a raíz del temblor y perecieron muchos estudiantes que apenas acababan de entrar a clases".

Síntomas
Según el Centro Nacional para los Trastornos Pos Traumáticos, esta dolencia es una afección siquiátrica que puede presentarse después de padecer o presenciar eventos mortales, incluyendo conflictos bélicos, desastres naturales, actos terroristas o agresiones violentas en contra de sus personas. Para ser diagnosticado como una perturbación de este tipo, los síntomas deben prevalecer más de un mes.
He aquí algunos de los síntomas de este malestar:
Recuerdos recurrentes.
Pesadillas.
Insomnio u otras perturbaciones del sueño.
Ansiedad intensa.
Dificultades para respirar y taquicardia.
Problemas de concentración.
Depresión.
Desesperación.
Comportamiento agresivo.

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