viernes, mayo 25, 2007

El estrés en el trabajo
La Unión Europea considera el estrés laboral el segundo problema de salud más frecuente entre los trabajadores. Esta afección, que supone un coste anual de 20.000 millones de euros, afecta a la productividad y predispone a los trabajadores a sufrir un mayor número de accidentes. Las principales consecuencias de este estrés son dolor de espalda, cuello o nuca, asociado a alteraciones del sueño y cefaleas. Los niveles de estrés más elevados lo sufren los directivos y los que tienen estudios universitarios.
Estrés, el segundo problema de salud
El estrés laboral está considerado por la Unión Europea como el segundo problema de salud más frecuente, después de los trastornos músculo esqueléticos. Esta dolencia, que afecta de manera muy significativa a las condiciones de salud y seguridad en el trabajo, supone un coste anual para Europa que se sitúa en el entorno de los 20.000 millones de euros.
El estrés puede inducir al desencadenamiento de numerosas enfermedades que afectan a todos los órganos y sistemas de nuestro organismo, y que son ampliamente analizadas en la obra. Entre las enfermedades más típicas se encuentran las afecciones cardiovasculares, digestivas, respiratorias, neurológicas, y cáncer, entre otras muchas.
El estrés afecta al sujeto que lo padece y dado que este se encuentra inmerso en un entorno laboral, familiar y social, existen repercusiones negativas en todos ellos.
En el trabajo las consecuencias del estrés afectan a la productividad, existe mayor riesgo de accidentes laborales y aumenta el absentismo.
Los cinco tipos de estrés laboral
En el ambiente laboral se registran cinco tipos de estrés:
El estrés propiamente dicho, que se puede dar en cualquier actividad laboral y consiste en hiperactividad emocional con predominio de daño fisiológico.
El síndrome de burnout o de 'estar quemado' que se origina sobre todo en profesiones que implican ayuda y/o atención de la salud (médicos, personal de enfermería, etc). En este síndrome predomina el daño emocional con efectos negativos y sus manifestaciones clínicas son alteraciones del estado de ánimo, metabólicas y cardiovasculares.
El mobbing o acoso psicológico en el trabajo, que se basa en un falta de respeto y de consideración respecto del derecho a la dignidad del trabajador. Los mayores perjudicados por esta forma de estrés son los trabajadores del sector servicios y los de administraciones públicas. Sus efectos son trastornos físicos y psíquicos, como conductas autolesivas, que pueden implicar ruptura familiar y/o suicidio.
El síndrome agudo de estrés y de estrés postraumático es consecuencia de una experiencia muy traumática que implica una amenaza seria a la seguridad o integridad física. Provoca trastornos de ansiedad que afectan, fundamentalmente, a los integrantes de los Cuerpos de Seguridad del Estado, a bomberos, equipos de rescate, personal de agencias bancarias o comercios expuestos a acciones delictivas, y a trabajadores que sufren un accidente laboral grave o con riesgo de muerte.
El Karoshi, un término que procede de Japón y provoca la muerte por exceso de trabajo, en entornos laborales muy exigentes, por razones de producción y productividad.
Las patologías más comunes asociadas a niveles de estrés elevados son cansancio acusado en un 12,3% de los casos, alteración del nivel del sueño (12,1%), y cefaleas prolongadas (10,4%). El nivel de estrés más elevado lo sufren los directivos con un 28,7%, seguido de los profesionales 23,6%, los que tienen estudios universitarios 21,8%, los técnicos 19,6% y los trabajadores de servicios 19%.

lunes, abril 09, 2007

Por el estrés

Estrés

Padres de alumnas retirando a sus hijas del internado privado 'Villa de las Niñas', en el municipio de Chalco (México). Alrededor de 600 de las 3.000 alumnas padecen una extraña enfermedad que les impide caminar. Un funcionario de la Secretaría (ministerio) de Salud ha dicho en rueda de prensa que la supuesta enfermedad misteriosa de las niñas, es resultado del estrés.

lunes, marzo 26, 2007

Chicles y caramelos
Aunque quizá a alguno le pueda parecer algo simple, los chicles y caramelos presentan un efecto activador que ayuda en los problemas cotidianos producidos habitualmente por estados de ansiedad y estrés transitorios, preparando al individuo para la acción y mejorando el rendimiento en las tareas cotidianas. Este dato queda reflejado en un estudio realizado por el Instituto de Psicoterapia e Investigación Psicosomática de Madrid, en España.
Entre sus conclusiones se pone de manifiesto el efecto calmante de los caramelos, dado que disminuyen la ansiedad (estado en aquellos sujetos que ante una situación ansiógena generan una necesidad de tener algo en la boca). El efecto de chupar se constituye como un calmante natural; algo parecido a lo que sucede con los niños pequeños con el chupete, objeto que les sirve como transición en su proceso madurativo y de afrontamiento de situaciones de ansiedad. Además, los efectos beneficiosos de los chicles sobre la atención, debido al aumento de la conductancia, esto es, implica un mayor nivel de activación.
En la sociedad actual, los estados de ansiedad y estrés transitorios son fenómenos que se dan en todas las personas, aunque afortunadamente no siempre producen los mismos síntomas ni tienen el mismo grado de intensidad. En la mayoría de la casuística, los estados de ansiedad y estrés puntuales están motivados por alteraciones en situaciones cotidianas, que pueden ser tanto hechos negativos (muertes, separaciones, traslados, mobbing laboral...) como positivos (un aumento de sueldo, ganar un premio en la lotería, una promoción en el trabajo,...).
Entre las profesiones que presentan mayor índice de estrés y ansiedad cabe señalar los cuerpos de seguridad y los que ejercen otras profesiones de gran riesgo como, por ejemplo, la minería. También se detecta gran absentismo laboral en la enseñanza, el sector sanitario, ONG y tareas pro-humanitarias y en empresas privadas, donde los ejecutivos sufren bastantes problemas de estrés y ansiedad. Esta tensión provoca, entre otras cosas, una disminución de la productividad de los empleados.

domingo, marzo 18, 2007

El estrés responsable de la mitad de los males que aquejan a la sociedad
Depresión, falta de apetito, dolor de espalda, cuello u hombros, cansancio crónico. Suelen ser algunos de los padecimientos que hacen visible una enfermedad que ataca de forma silenciosa y solapada como el estrés.
Según un reciente estudio, la mitad de las personas atendidas en consultorios y centros de asistencia presentan diversos cuadros de ansiedad y depresión, originados por las tensiones cotidianas.
El estrés es la sensación de enfrentarse a una amenaza que no se puede sobrellevar. En las grandes ciudades de los países industrializados, nueve de cada diez personas que concurren a consultorios médicos presentan síntomas compatibles con el síndrome del estrés.
¿Cómo detectar la enfermedad a tiempo?
Los especialistas aconsejan estar atentos a las situaciones de conflicto, discusiones o exigencias del día a día que pueden salirse de control. Estas tensiones de la vida cotidiana pueden obedecer a otro síndrome más generalizado, el de la ansiedad, producida por estímulos externos que se reiteren por más de seis meses, que es el tiempo estimado por los expertos para que se arraigue la patología.
La ansiedad generalizada es el origen además de los ataques de pánico, las fobias y la depresión, así como los trastornos de sueño.
El estrés es considerado "la epidemia del siglo XXI" y para muchos doctores es el detonante de otros problemas que padece nuestra sociedad, como el incremento alarmante de los accidentes de tráfico. Lo que hoy vemos en la calle es violencia y trastornos de conducta.
Ante la aparición de estos síntomas, los especialistas recomiendan el ejercicio físico, las actividades recreativas y algún hobby para canalizar las tensiones y presiones, y así recuperar las energías.

miércoles, marzo 14, 2007

El estrés provoca daño en el cerebro del niño
El alto nivel de estrés deja cicatrices físicas en el cerebro de los niños, sostiene un estudio. El estrés puede causar daños en el área cerebral relacionada con la memoria y las emociones, según una publicación de la BBC de Londres. Los científicos de la Universidad de Stanford, en EE.UU., han descubierto que esa zona, el hipocampo, se había encogido en niños con Trastorno de Estrés Postraumático o (PTSD, en inglés).
El PTSD es una condición que se origina tras haber sufrido u observado un acontecimiento altamente traumático, como un atentado, accidente o violencia, en el que está en riesgo la vida de personas.
El estudio, que publica la revista Pediatrics, señala que un hipocampo debilitado puede obstaculizar la capacidad del niño para enfrentar el estrés y puede aumentar la ansiedad.
La investigación también encontró en la sangre de los niños niveles más altos de la hormona del estrés, llamada cortisol. En estudios anteriores realizados en animales se ha demostrado que esta hormona destruye las células del hipocampo. Esto, según los científicos, puede crear un círculo vicioso en el que altos niveles de cortisona causan más daños en el hipocampo, lo que a su vez eleva la ansiedad.
Los científicos subrayan que no están hablando del estrés relacionado con la tarea escolar o a las peleas familiares. Los niños estudiados sufrieron abuso o violencia. Los 15 niños estudiados por los investigadores sufrían de PTSD como resultado de abuso físico, emocional o sexual, o porque habían sido testigos de violencia o experimentado una separación o pérdida.
Los científicos afirman que es importante entender por qué algunos niños parecen ser más fuertes frente al estrés que otros, así como cuáles son los efectos a largo plazo del estrés extremo. Se calcula que una de cada 10 personas desarrolla PTSD en algún momento. Los expertos afirman que este estudio es solo la punta del iceberg y planean investigar más para desarrollar terapias más efectivas e individualizadas para ayudar a los niños.

jueves, febrero 15, 2007

Adicción al trabajo, una conducta en peligroso crecimiento
Una serie de investigaciones definen a este comportamiento como consecuencia de una sociedad que privilegia la productividad por sobre otros hábitos.
La adicción al trabajo, que puede aparecer en cualquier etapa y ámbito de la vida laboral, se suele presentar a partir de los 30 años en personas con un nivel socioeconómico medio-alto y, sin embargo, procedentes de un estrato bajo. Muchos se sumergen en esta vorágine para llenar su gran vacío existencial. Es actualmente una de las formas de adicción legal sin droga más establecidas, y más sutilmente solapadas, en una sociedad en la que priman los valores de la productividad, la competitividad, el éxito social y la búsqueda de bienes materiales. Como recoge en el libro “Las nuevas adicciones” Francisco Alonso-Fernández, presidente de la Sociedad Europea de Psiquiatría Social y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, España, las consideraciones antropológicas, históricas y sociales del trabajo han ido variando notablemente con el paso del tiempo.
La propia acepción etimológica del vocablo trabajo procede del término latino “tripalium”, que era un instrumento compuesto de tres estacas o palos, que se empleaba hasta bien entrada la Edad Media, para torturar a los esclavos que se negaban a trabajar.
A partir de la revolución industrial del XIX el trabajo empieza a tener muchas caras y pasa a ser un derecho que dignifica al hombre y a la mujer. “Tras la industrialización, las innovaciones aportadas por las nuevas tecnologías han hecho que en siglo y medio el promedio de tiempo de vida por persona dedicado al trabajo pase de 220.000 horas a las 77.000 actuales, es decir, casi la tercera parte.
Es en las décadas de 1940 y 1950 cuando empiezan a estudiarse en EE.UU. los factores psicosociales del trabajo que pueden incidir sobre la salud. Esta nueva concepción se rige por la idea de que el trabajador es ante todo un ser humano, cuyo trabajo está al servicio de su vida y no al revés”, indica Alonso-Fernández. ¿Cómo puede pasar un derecho humano a convertirse en una verdadera droga no química, que altere la salud del propio afectado y perturbe toda su vida? El catedrático de la Complutense advierte de que “sólo puede entenderse el trabajo como un objeto adictivo en tanto que hoy es una fuente de placer indirecto, que aporta al individuo una compensación material, una independencia económica, un reconocimiento social y la catapulta hacia el éxito y el poder”.
La psiquiatra Rosa Sender afirma en su libro “El trabajo como adicción” que “para llegar a ser un laboroadicto es fundamental poseer rasgos de personalidad que impliquen un alto nivel de actividad y de receptividad a los logros obtenidos, con grandes toques de hostilidad e impaciencia”. El trabajador entregado y sano es, por el contrario, muy afiliativo, sabe delegar y transmitir entusiasmo a sus compañeros, subordinados o superiores. Además se desenvuelve perfectamente en equipo y sabe compartir responsabilidades y disfrutar de los éxitos de los demás. Todas estas bondades se convierten a menudo, sin embargo, en el blanco de los trabajadores hiperactivos, envidiosos y hostiles. Para Sender, ex profesora de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona (España), el llamado patrón A de conducta es el principal responsable o uno de los más destacados factores de riesgo de la laboroadicción. “Quienes presenta este patrón son, por definición, personas con altos grados de impaciencia, hostilidad y actividad; muy sensibles al éxito social obtenido, y recelosos a evaluar los éxitos de los demás. Pese a su aparente prepotencia, son siempre vulnerables a los vaivenes ambientales y dispuestos a dirigir su actividad a la adquisición de éxitos a corto plazo. Suele ser también muy exigentes, despectivos, autoritarios e incluso tiránicos con sus subalternos. Son incapaces de delegar y tienen la convicción de que nada saldrá bien si algo escapa a su control”. El patrón A de conducta, tan vinculado al laboroadicto, tiene asimismo un gran nexo de unión con lo que los japoneses llaman el problema social del Karoshi, que es la muerte ocasionada por un exceso de trabajo. Las víctimas de este fallecimiento son en el 95% de los casos hombres y sólo el 5% restante mujeres. La mayor parte son directores y gerentes, pero también hay otras profesiones, como marineros o taxistas. El desenlace se suele producir entre los 40 y 60 años en forma de enfermedad coronaria (angina de pecho, infarto de miocardio o muerte súbita) y de hemorragia cerebral.
Según Alonso-Fernández, se ha constatado que en torno a un 25% de enfermos coronarios de entre 40 y 60 años son adictos al trabajo, con una entrega desproporcionada e irrefrenable a la actividad laboral a costa de suprimir la vida personal y familiar y de sacrificar otros aspectos gratificantes de la existencia humana. Además de la adicción al trabajo, suelen presentar otros factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, las alteraciones de los lípidos, el sedentarismo, la obesidad y el consumo de drogas químicas. “Viven sólo para su ocupación”, dice, “y se sienten desolados e irritados cuando están alejados de ella. No saben disfrutar del tiempo libre ni de las relaciones personales. Están sometidos a un gran estrés y son incapaces de armonizar las cuatro grandes dimensiones vitales: trabajo, vida familiar y social, descanso y tiempo libre. Los puestos directivos de empresa implican un estrés más competitivo; los escritores y artistas son a menudo embargados por el estrés de la creatividad; los médicos y demás personal sanitario, por el estrés de la responsabilidad; los periodistas, por la prisa; los pilotos, policías, mineros y trabajadores de industrias nucleares y químicas, por el riesgo; los no cualificados, por el aburrimiento y el vacío, y las amas de casa, por la soledad. La personalidad con base hipercompetitiva e insegura es fácilmente absorbida por el estrés”.
En palabras de Rosa Sender, las mujeres se están incorporando cada vez más al patrón A de conducta: “Suelen más impacientes que hostiles, si bien se admite que la impaciencia deriva de la hostilidad. Lo cierto es que las adictas al trabajo superan con mucho a los hombres en cuanto al espectro de operaciones. Esto es, pueden ser tan autoritarias y competitivas como los hombres, pero son capaces de abarcar más actividades”.
Los especialistas consultados coinciden en que el paciente laboroadicto sólo pide ayuda médica cuando las agresiones del mundo laboral son lesivas en extremo para ellos, ya sea mediante somatizaciones (dolencias orgánicas) o procesos psiquiátricos (ansiedad, depresión). El tratamiento terapéutico se combina a través de una intervención mixta de recursos farmacológicos (medicación facilitadora del autocontrol), psicoterapia y socioterapia. En este último caso se intenta reestructurar y armonizar las dimensiones vitales del trabajo, la vida personal y social, el descanso y el tiempo libre. “Dada la extrema exigencia y hostilidad en forma de desconfianza de estos pacientes, el médico o especialista se juega la continuidad de la ayuda en la primera consulta. Pero también es justo reconocer a su favor que, cuando se sienten bien tratados, comprendidos y valorados, son muy agradecidos a las propuesta del facultativo y se puede negociar cambios con ellos a un ritmo adecuado y sin estrés”, asegura Sender.

domingo, febrero 11, 2007

Las horas de sueño son clave para la actividad cerebral
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Princeton, en los Estados Unidos revela que la falta de sueño puede inducir al cerebro a dejar de producir células nuevas.
La agencia BBC publica que Los investigadores -que experimentaron con ratas de laboratorio- descubrieron que la falta de sueño afecta al hipocampo, una región del cerebro que participa en la formación de los recuerdos. Según informa la revista Proceedings of the National Academy of Science esto se debe al aumento de una hormona del estrés.
Lo que los científicos aún no establecieron es si la falta de algunas horas de sueño -y no la falta total- tiene las mismas consecuencias. Los investigadores compararon animales a los que se los obligó a permanecer despiertos por 72 horas con otros que siguieron su patrón de sueño habitual. Y en aquellos que no durmieron, detectaron un aumento en la hormona del estrés llamada corticosterona. Así es que descubrieron una reducción considerable en el número de nuevas células cerebrales producidas en la región del hipocampo. Cuando los niveles de corticosterona se mantuvieron constantes, la reducción en la producción de células cerebrales se detuvo.
Los resultados obtenidos por el equipo de Princeton sugieren que los elevados niveles de la hormona del estrés como consecuencia de la falta de sueño explicarían la reducción en la producción de células en el cerebro adulto.

miércoles, febrero 07, 2007

Evite el estrés con sencillas terapias
Todos sabemos que vivir bajo las influencias de las grandes metrópolis trae consigo una serie de consecuencias difíciles de sobrellevar, tales como el estrés que es considerado, según estudios recientes de la American Medical Health, la causa del 90 por ciento de las enfermedades.
Los tipos de estrés son dos: internos y externos. Los internos se deben a problemas psicológicos, traumas y depresión, entre otros. Los externos son por: geopatías, contaminación electromagnética y contaminación mental.
El pretender eliminar sólo los síntomas ocasiona problemas cada vez más graves de salud, ya que sólo se eliminan las consecuencias, pero no la causas, que en su mayoría son psicosomáticas.
Existe una nueva terapia llamada Sagrav, que utiliza como elementos sanadores el agua, aceites esenciales y el Sagrav, un catalizador en forma de triángulo que se utiliza para subir la frecuencia vibracional del agua. Al elevar su vibración electromagnética se fortalecen órganos y sistemas para lograr una mejor salud.
La energía cósmica que fluye y entra por el vértice del Sagrav forma una ráfaga de energía que equilibra, energiza y transforma al hombre, llevándolo de manera rápida a su equilibrio y salud.
El agua es un elemento que rige las emociones y sentimientos profundos, así que al tomar el agua energizada a través del Sagrav se eliminan problemas emocionales, que son causa de enfermedades. Si añoras una vida sin estrés te tenemos una mala noticia: es imposible. Los seres humanos necesitamos una dosis de estrés como defensa y estímulo frente a las amenazas de la propia supervivencia. Ahora bien, cuando esas "amenazas" nos mantienen en un estado de dependencia adrenalítica, los beneficios del estrés se convierten en enemigos y padecemos distrés (conocido como estrés malo). Para evitarlo, he aquí 15 sencillas recomendaciones que, por supuesto, no te agobiarán:
1)La acción es el mejor remedio contra el estrés. No le des muchas vueltas a nada, simplemente piensa y actúa.
2)Empieza con las tareas, actividades o cualquier pendiente difícil o que te agobia. Saca todo lo que te provoque ansiedad, te sentirás inmediatamente más ligero de equipaje.
3)Tras un día mortal, nada mejor que sumergirte en el jacuzzi con agua caliente o simplemente pasar un buen rato en la bañera. El agua caliente hace que los vasos sanguíneos se dilaten, baje la presión arterial y los músculos reciban oxígeno y nutrientes.
4)Es esencial que dejes tendida tu cama para que al volver no encuentres desorden en tu recámara y esto te produzca enojo y más cansancio.
5)Cualquier ejercicio ayuda a estar de buen humor. ¿Recuerdas cuando fue la última vez que lo hacías?
6)El sólo hecho de beber despacio un té de hierbas caliente aporta calma inmediata. El té verde contiene antioxidantes que ayudan a mejorar la piel. Puedes beberlo mientras te desmaquillas (si eres una mujer).
7)Procura dormir de 7 a 8 hrs. todos los días. El insomnio es uno de los principales síntomas de estrés, ansiedad o depresión.
8)Cuando vayas al banco o simplemente estés en un lugar que implique una espera considerable o hacer fila, carga contigo un libro, periódico o revista. Al leer se relajará tu mente.
9)Evita situaciones estresantes como: olvidar una cita, reunión o hacer una tarea. Anota todo o simplemente usa tu agenda.
10)El consumo de agua calma los nervios y te relaja. Adóptalo como una sana costumbre cuando estudies o en el trabajo.
11)Equilibra el tiempo de trabajo y de descanso, haciendo una pausa de 5 minutos como mínimo por hora y 20 por cada 3 horas.
12)Haz vida extraprofesional. Quienes no se enganchan con las apariencias sociales viven más relajados.
13)Cultiva las amistades que te enriquecen espiritualmente. Las relaciones basadas en la conveniencia afectan tu estado de ánimo.
14)Si tienes un problema real, háblalo con personas competentes (médico, abogado) y no a todo mundo. Te ahorrarás tiempo.
15)Acepta los fracasos y saca de ellos una experiencia. Te sentirás renovado, madurarás y controlarás el estrés.
Las ventajas de la terapia son: No hay efectos secundarios; la mayoría de los casos sólo requiere de una terapia; cambio en el estado de ánimo de la persona; al eliminarse las geopatías da como resultado tanto a nivel empresarial como doméstico equilibrio y armonía; los resultados se manifiestan de forma casi inmediata.

domingo, enero 14, 2007

Frenar el estrés en el trabajo baja la tensión
El estrés laboral es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular que, además, comienza a hacer mella en el paciente mucho antes de manifestarse clínicamente. De manera directa, este problema causa alteraciones fisiológicas que predisponen al individuo estresado a padecer una patología coronaria. Asimismo, de manera indirecta, está comprobado que las personas que sufren esta circunstancia, se cuidan menos y adoptan conductas menos saludables.
En cualquier caso, un equipo de expertos, cuyos hallazgos se acaban de publicar en la revista 'Hypertension', han demostrado en una muestra de 91 trabajadores afectados, que es posible revertir este problema, así como evitar sus consecuencias para el corazón con unos sencillos programas de reestructuración cognitiva y relajación mental que, además, pueden impartirse en el propio centro laboral.
«Logramos así que la productividad no se resienta y que el coste para la compañía sea cero», explica el director del trabajo Massimo Pagani, profesor de la Universidad de Milán (Italia).
Para demostrar sus afirmaciones, los autores valoraron la situación de los integrantes de la muestra mediante un cuestionario que rellenaron ellos mismos. Además, para no guiarse únicamente por las impresiones de los participantes, registraron una serie de parámetros objetivos indicativos de estrés (problemas de sueño, alteraciones gastrointestinales, latidos fuertes del corazón, elevación de la presión arterial, modificaciones en el sistema nervioso autónomo...).
Un sector de los sujetos recibió periódicamente por correo electrónico, una serie de pautas y consejos para evitar o manejar las situaciones estresantes. El resto, además, también asistió a sesiones semanales de una hora que se impartían en el trabajo (durante el rato de la comida para no interferir en la jornada laboral) en las que se enseñaban técnicas de relajación y respiración, ejercicios de reestructuración cognitiva, habilidades para encarar los momentos de estrés...
Estos individuos no sólo refirieron una sensación subjetiva de encontrarse mejor en comparación con sus homólogos que únicamente habían recibido la terapia pasiva. Además, cuando se cotejaron los indicadores clínicos de ambos grupos, observaron que los que habían asistido a las sesiones antiestrés habían evolucionado favorablemente en todos y, asimismo, tenían una presión arterial bastante más baja que al inicio del seguimiento.
Aunque el impacto a largo plazo de esta medida debe valorarse con muestras poblacionales más amplias, los autores opinan que, dado que el estrés es una condición inherente a la mayoría de los trabajos que se desempeñan en la actualidad, dichos programas pueden ser muy útiles, tanto para la empresa, como para el trabajador y, en último caso, para los sistemas sanitarios.

lunes, enero 01, 2007

Tomarle la mano a un hombre reduce el estrés en las mujeres
Tomarle la mano a un hombre ayuda a reducir el estrés en las mujeres, ha sido la conclusión de un estudio realizado por un grupo de expertos de la Universidad de Virginia.
El estudio, publicado en la edición de diciembre de la revista Psychological Science, demuestra que cuando las mujeres están solas son más propensas a estresarse que cuando están en compañía de su pareja, de su esposo o de algún hombre porque pueden tomarlo de la mano y este acto calma la reacción corporal del estrés.
James A. Coan, profesor asistente de psicología y neurociencia de la Universidad de Virginia y quien ha dirigido el estudio, indica que cuando los niños están estresados es natural que se tomen de la mano, pero que “también puede funcionar para los adultos".
Para realizar el estudio se reclutó a 16 mujeres casadas que tenían matrimonios felices y satisfactorios, con base a una prueba. Fueron sometidas a un diagnóstico en imágenes por resonancia magnética (IRM) de su cerebro mientras se enfrentaban a estrés. Luego se les sometió a choques eléctricos ligeros en tres situaciones, solas sin tomar la mano de nadie, tomadas de la mano de sus maridos y tomando la mano de un hombre desconocido.
"Primero, deseábamos saber qué hace el cerebro cuando las mujeres están completamente solas, así que con este estudio obtuvimos una línea base de cómo responde el cerebro al estrés”, explica Coan.
Cuando los investigadores observaron las imágenes de la IRM del cerebro de las mujeres cuando sujetaban la mano de su marido o de un desconocido encontraron que “cuando se sostiene una mano, cualquier mano, las partes del cerebro responsables por movilizar el cuerpo a la acción se tranquilizan, no importa de quién sea la mano", aseguró el director del estudio. Y es que "cuando el cerebro está sometido al estrés, tiene que trabajar duro, tiene una cantidad de problemas distintos por resolver". Sin embargo, tomar la mano del marido es el acto más tranquilizante y el que mayores beneficios aporta: "Ambas manos calmaban la reacción corporal al estrés, pero sólo la mano del cónyuge calmaba la mente, sólo la mano del cónyuge calmaba la región del cerebro que controla las emociones", indica Coan.
Cuan más felices sean las mujeres en su matrimonio, más beneficio obtendrán del acto de tomar de la mano a sus parejas mientras estén estresadas, pues el alivio será instantáneo.
Con este estudio se le da apoyo científico a observaciones que se han hecho durante años y que han concluido que "la interacción entre los miembros de una especie puede tener un tremendo impacto sobre las emociones, y las emociones puede tener un profundo impacto sobre el funcionamiento corporal", señala el doctor Charles Goodstein, psicoanalista del Centro médico de la Universidad de Nueva York.