domingo, enero 14, 2007

Frenar el estrés en el trabajo baja la tensión
El estrés laboral es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular que, además, comienza a hacer mella en el paciente mucho antes de manifestarse clínicamente. De manera directa, este problema causa alteraciones fisiológicas que predisponen al individuo estresado a padecer una patología coronaria. Asimismo, de manera indirecta, está comprobado que las personas que sufren esta circunstancia, se cuidan menos y adoptan conductas menos saludables.
En cualquier caso, un equipo de expertos, cuyos hallazgos se acaban de publicar en la revista 'Hypertension', han demostrado en una muestra de 91 trabajadores afectados, que es posible revertir este problema, así como evitar sus consecuencias para el corazón con unos sencillos programas de reestructuración cognitiva y relajación mental que, además, pueden impartirse en el propio centro laboral.
«Logramos así que la productividad no se resienta y que el coste para la compañía sea cero», explica el director del trabajo Massimo Pagani, profesor de la Universidad de Milán (Italia).
Para demostrar sus afirmaciones, los autores valoraron la situación de los integrantes de la muestra mediante un cuestionario que rellenaron ellos mismos. Además, para no guiarse únicamente por las impresiones de los participantes, registraron una serie de parámetros objetivos indicativos de estrés (problemas de sueño, alteraciones gastrointestinales, latidos fuertes del corazón, elevación de la presión arterial, modificaciones en el sistema nervioso autónomo...).
Un sector de los sujetos recibió periódicamente por correo electrónico, una serie de pautas y consejos para evitar o manejar las situaciones estresantes. El resto, además, también asistió a sesiones semanales de una hora que se impartían en el trabajo (durante el rato de la comida para no interferir en la jornada laboral) en las que se enseñaban técnicas de relajación y respiración, ejercicios de reestructuración cognitiva, habilidades para encarar los momentos de estrés...
Estos individuos no sólo refirieron una sensación subjetiva de encontrarse mejor en comparación con sus homólogos que únicamente habían recibido la terapia pasiva. Además, cuando se cotejaron los indicadores clínicos de ambos grupos, observaron que los que habían asistido a las sesiones antiestrés habían evolucionado favorablemente en todos y, asimismo, tenían una presión arterial bastante más baja que al inicio del seguimiento.
Aunque el impacto a largo plazo de esta medida debe valorarse con muestras poblacionales más amplias, los autores opinan que, dado que el estrés es una condición inherente a la mayoría de los trabajos que se desempeñan en la actualidad, dichos programas pueden ser muy útiles, tanto para la empresa, como para el trabajador y, en último caso, para los sistemas sanitarios.

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